CICLISMO:
El sábado por la tarde empezó a llover en modo «se acaba el mundo» y así estuvo toda la noche. La suspensión de la prueba planeaba por nuestras cabezas, de hecho hasta el domingo a las 7 de la mañana la organización no confirmó por Twitter que se seguía adelante con la planificación… Asomé la cabeza entre las cortinas de la habitación del hotel y las palmeras estaban tronchándose de un lado a otro mientras caía una manta de agua de miedo. Sinceramente, nunca llegué a penser que fuéramos a montar en bici, pero… en una hora el panorama aflojó un poco y aunque la pinta era bastante chunga, a las 8:30h empezamos a pedalear.
Me puse toooda la ropa de abrigo que llevaba en la maleta (errooor!!!). Incluso me llegué a comprar unas punteras de neopreno para las zapas (oootro erroooor!!!) porque estaba pelado. En cambio la mayoría de la gente iba de corto con un chubasquero. Es lo que tiene ser del Norte de Europa!!! el caso es que ya estábamos en «el lío».
Mi intención era mantenerme en el grupo de cabeza todo el tiempo que pudiera, e ir atento en todo momento porque al no conocer el circuito no sabía a que nos ibamos a enfrentar. A los 5 kms empezó a llover a lo bestia, y a los 10 kms ya tenía el culotte largo calado y las zapatillas con sus respectivos calcetines gooordotes encharcados. Tampoco ayudó el hecho de llevar las punteras de neopreno porque no salía el agua por delante, así que cada vez que daba una pedalada salía por detrás, por la zona del talón. Qué sensación más agradable!!! Jajaja! Yo que caen cuatro gotas y si voy en bici pido un taxi… En fin! «Es lo que hay» que se suele decir en estos casos.
Metido en el grupo cabecero, intentando evitar las caídas (hubo algunas) y con una sensación de mucho peligro, iba pensando que la organización suspendería la prueba cuándo hiciéramos la distancia half y todos contentos para el hotel, pero alrededor del km 60 dejó de llover a saco y pasamos a modo chaparrones intermintentes, así que… empezamos la segunda vuelta. No quedaba más que apretar el culo!!!
Tenía claro que el ritmo que llevábamos en el grupo (seríamos alrededor de 30) iba un puntito por encima de el mío, pero yendo atento a los latigazos y repechos igual podría aguantar hasta el final… pero no! iba comiendo y bebiendo cuándo en un repecho alrededor del km 105 me corté junto con otros 4 o 5 más y ya fuímos incapaces de engancharnos. Estuvimos a puntito y nos dimos un buen calentón, pero fue imposible, así que me quedé con otro chico e hicimos unos cuántos kilómetros juntos hasta que encontramos a otro chaval, Roberto, que a la postre fue el mejor español clasificado y con el que después de hacer parte de la bici y prácticamente todo el maratón del lunes juntos ya casi somos íntimos, jejeje.
Paramos a comprobar que un chico que se había caído estaba bien (le acompañaba un amigo) y seguí unos kilómetros sólo porque Roberto decidió ir a su ritmo y el otro chico se retiró… Otro error!! Ir sólo con viento y lluvia intermitente es una cagada, así que lo pagué. Lo pagué hasta el punto de que me cogió un grupillo en el que iba Roberto y fui incapaz de engancharme… Así que a sufrir otra vez. Por delante alrededor de 25 kms todavía.
Cuándo quedaban 14 kms ví que venía otro grupillo y apreté el culo para pegarme como una lapa a su rueda… Me ardía hasta «el coscurrillo» pero pude unirme a ellos y después de unos minutos cual sabandija sin dar ni medio relevo recuperé un poco y pude hasta entrar a los relevos, pasando de unos miserables 27 kms/h que llevaba yo sólo a unos aceptabes 35 kms/h en el grupo. Además eran buenas ruedas porque ninguno bajaba de metro noventa, jajaja! Menudos armarios!!! Fue divertido que me dijeran eso de «well done» o «good job» cada vez que acababa mi relevo.
Allí estaba la meta!!! Y como de buen nacidos es ser bien agradecidos, aflojé para entrar después del grupillo y no ser «culebra». Además, así las cámaras de meta fueron sólo para mí, jajajaja! Puto postureo!!! Finalmente 5 horas 28 minutos.
Comentar que se trata de un circuito fácil, con repechos de entre 200 y 600 metros y una cuesta bastante dura al cruzar un pueblo pero que apenas tiene 200 metros.